Pocas personas han entendido el verdadero sentido y existencia del jardín. Mi hermana Julia, sí, también Joan, pero los demás lo pongo en duda, claro que nadie tiene una bola mágica para saber de mi vida, tan solo las personas que me conocen bien.
En mi época de pájaro viajé mucho, por diferentes motivos, como cooperante sanitaria en algunos países, como coordinadora de programas de prevención del Sida, otras veces por respuestas a necesidades de salud específicas el paludismo por ejemplo. Esto me ha dado la oportunidad de conocer a muchas personas en situación límite. Todas y cada una son flores, arbustos, árboles, fuentes de este jardín.
Lila, 20 años nicaragüense, estudiante de medicina , detenida durante la dictadura somocista, por ser del FSLN, apresada durante tres años, violada y torturada. Su primer hijo nació en la cárcel fruto de estas acciones violentas. Después, con los sandinistas, donó todas sus tierras para hacer una escuela y un centro de salud en su pueblo natal.
Hortensia, 35 años chilena embarazada, matrona, huyendo de la dictadura de Pinochet, perdió a su hijo y se le practicó una histerectomía de urgencia porque se desangraba.
Violeta, 7-8 años, la encontramos caminando perdida sin rumbo, la mirada clavada en un punto del horizonte sin delimitar.
Gladiolo, 19 años español, estudiante de magisterio, se exilio a Nicaragua porque era objetor de conciencia, no quería hacer el servicio militar, brigadista de alfabetización, empuñó un fusil, mató a un ser humano y enloqueció.
Árbol de Venus, o del Amor, brigadistas catalanes y berlineses que construyeron codo con codo el Centro de Salud de Estelí y las Escuelas de Matagalpa.
Azahar, 31 años marroquí vendida por su padre a un hombre con la edad de su madre, al que no había visto nunca, violada sistemáticamente bajo el amparo de las leyes de su país. Lucha por sus tres hijas, para que no sean tratadas como ella.
Campanilla de color púrpura, 62 años suiza, misionera en un poblado del alto Ucayali (Perú), murió de paludismo, los medicamentos antipalúdicos los entregaba a los niños pequeños de su aldea, asceta, comía de lo que sobraba a los demás.
Cipreses, sin edad, diferentes nacionalidades, hay 777 plantados, niños apresados por guerrilleros sin escrúpulos obligados a empuñar un fusil y matar, podados y limitados de por vida.
Cipreses piramidales, diferentes edades, etíopes, hay tres plantados en este jardín, niños de la guerra uno de ellos tiene quemada la mejilla derecha de apoyar el fusil para disparar, los conocí en Addis Abeba, ellos han tenido suerte tienen padres, crecerán con amor y paciencia.
Han sido muchos años, no acabaría nunca.
Os puedo asegurar que este jardín está abarrotado de flores, árboles, animales, fuentes, cada uno tiene un significado, todos tienen nombres y apellidos, están en mis células en mi corazón pero si alguna vez mi memoria falla los tengo bien a la vista, presentes.
Un abrazo. Laura
5 COMENTARIOS:
ResponderEliminarCornelivs dijo...
Muy lindo.
Otro abrazo para ti y feliz fin de semana.
10 DE OCTUBRE DE 2009 4:13
Juan Navarro dijo...
No hay jardín sino el de tu corazón, ni alimento para su raíz sino el que pone tu alma. No tendrán mejor cuidado que el de tus manos, qué suerte la de aquéllos que pueden contar con tus manos.
Un beso.
10 DE OCTUBRE DE 2009 4:32
Miguel Ángel dijo...
Auténtico jardín de las delicias el que nos muestras, Laura. Vete poco a poco, que tu espalda no admite prisas.
Deja que vaya fluyendo todo a su manera. La paciencia también es una virtud, bien lo sabes, y no te preocupes por la manera en que salga, ellos y ellas sabrán esperar su momento.
Un besazo.
10 DE OCTUBRE DE 2009 10:21
maria jose dijo...
Gracias por esta maravilla y por formar parte de tu jardin zen. Intuia algo, pero nunca me he atrevido a preguntar, ya que este jardin cuando estas en el trasmite muchas cosas y te invita a meditar.
De todas mis tias siempre fuiste la mas atrevida, pero esto del blog me alucina, llevo intentado mandarte el comentario ni se sabe y aqui estoy reescribiendo de nuevo, pero es cuestion de paciencia, pues se me van todos al ciberlimbo, pues no se donde acaban.
Besos
11 DE OCTUBRE DE 2009 0:50
Julia dijo...
He llegado tarde con los deberes pero ya casi no hacen falta. "La práctica hace maestros" dice el dicho y como ves es verdad, es solo cuestión de tiempo y práctica.
Me encanta esta entrada. Besos
11 DE OCTUBRE DE 2009 2:16
If I was a part of a garden, I'd be a pumpkin...
ResponderEliminarBecause I'm delicious
Gracias a todos/as por vuestra compañía:
ResponderEliminarJuan, la ternura es el mejor abono para el cuerpo y el alma, me gustó tu blog( plantaré un tulipán mas
),en febrero florecerá.
Míguel, es cierto que soy impaciente, por eso hago ejercicios de paciencia, pero caigo en lo mismo, se trata de "no hacer" y mira me cuesta un montón, iré al suave como se dice en Perú.
MªJose ¡por fin lo has conseguido!, tu intuición iba por buen camino, ya sabes como es esto, solo escondía tu mente lo que tu corazón sentía. Me gusta que te sientas bien en casa.
Julia, rectificar siempre me trae de cabeza( a que me sonará eso ). En el próximo viaje ¡ ya sabes ! a jugar al escondite, frío, frío, frío, caliente, hasta que te encuentres en el jardín.
Rayito, no solo estás delicioso, eres delicioso ¿ entiendes ? estar y ser no son una misma cosa. Besos para todos/as.
Adorable pajarito, que se cree impaciente y se ha estado dedicando a traer, desde varios puntos del planeta y durante años y años, tantas y tantas semillas para que germinen y florezcan a su vera...
ResponderEliminarMarijose, en el ciberlimbo nos entrechocaremos, el blogposteo se nos ha resistido a todas!!!
Ry, if you were a pumpkin, you won't need candles on Haloween... ; )
No solo están las semillas de afuera, también están las autóctonas, tendrás que mirar para encontrarte. Gracias, si nos quiere hacer una de esas calabazas. Besos.
ResponderEliminarPor lo que nos cuentas, hoy yo ya creía haberme encontrado: en las lilas y violetas, en los gladiolos, hortensias y venus, campanillas, cipreses y azahares, en cada piedrita que rodea a cada especie, en el agua que fluye siempre la misma y siempre nueva, entre las hojas agazapada del olivo testigo de todo...
ResponderEliminarPero sí. Tendré que ir a buscarme de cerca.
El todo es mucho mejor que las partes. Felicidades pues, ya te has encontrado sin venir. ¡Eso si que tiene mérito!.
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