Estoy atrapada en una nebulosa que enlentece todo lo que hago.
También mi blog está afectado, he permanecido desde el año pasado colgada en el 28 de diciembre.
Aveces me sucede esto. Sobre todo cuando antes, hay días de preparativos por algún acontecimiento especial, donde la adrenalina se apodera de mi y tengo una actividad frenética- es verdad que cada vez menos frenética-, que absorbe toda mi atención, después viene el bajón, todo se afloja. Ya sé que es un efecto de la noradrenalina, no en vano trabajo como enfermera y conozco los principios básicos de la fisiología y la biología.
De todas formas esta especie de letargo, como la neblina pegajosa que nos envuelve no me gusta.
También navegaré por estas aguas porque no hay otra salida, a no ser que me vaya a pasar calor acompañando a Darío en su Argentina natal-desde donde nos llega información del calor infernal que están sufriendo-, situación que por el momento veo improbable.
Así que he decidido pasearme por el huerto para ver las coles y elegir la de la comida de hoy.
Esta foto está tomada la semana pasada, hoy con la niebla es impensable.
Esta parece tener buena pinta, a las orugas también les gustan las coliflores, no queda otra que compartir un poco con ellas, hay para todos, la ecología ya cuenta con esto.
Podría añadir un poco de calabaza al hervido
Una de éstas -recogidas este Octubre- vendrá bien, las otras las dejaré para hacer buñuelos de Sant Josep.
Parece que el hecho de mover mi cuerpo para algo tan sencillo como preparar la comida me ha desentumecido un poco.
El resultado final según el gusto de mi madre, rehogado con aceite- de la cosecha de casa- ajos, perejil y pimentón dulce.
El caldo nos lo tomaremos como depurativo, después de tanta comida en las fiestas nos viene de categoría.
Prefiero que te hayas dado un paseo por el huerto a que te quedes sumida en la nebulosa gris de una niebla espesa en tus pensamientos. Así puedo disfrutar de lo bonito que lo tienes e imaginar el sabor de tu comida recién recolectada.. Y ese plato adornado sobre un mantel y bandeja que está hecho un primor. Laura da gusto.
ResponderEliminarBesos y la niebla se disipará, es cuestión de tiempo.
Pues ahí andamos entre la niebla y el sol.
EliminarAyer un día primaveral, hoy un frío tremendo y lloviendo otra vez xirimiri.
¿Has visto?, me he atrevido a lo de Facebook, pero no estoy muy convencida, se necesita mucho tiempo.
Te tengo que dar muchas gracias por todo, por el poema recitado ¡ es una hermosura !, por lo que me haces reír, con la Lina Morgan y tus chistes.
Es un verdadero regalo verte cada día, amiga.
Un abrazo fuerte
Laura tienes un gusto exquisito en preparar las cosas. Eres muy detallista.
ResponderEliminarY haces que la comida entre ya por los ojos.
Termino de toqueteear mi perfil.
A ver si sale ahora el avatar.
Besos, Montserrat
Ya se ha arreglado tu avatar, sales con tu sonriente cara llena de amabilidad.
EliminarHoy toca hacer, también del huerto, coles de bruselas con cus-cus. Si te apetece no tienes nada mas que acercarte, solo estamos a una hora.
Tenemos que juntarnos otra vez.
Besos
Con ese huerto tan espectacular, no te quedes engullida en la niebla, por mucho que esta sea un fantasma hipnótico. Bien cierto es lo que indicas: el bajón tras la vorágine, pero se regresa al torbellino del vivir a través de las pequeñas cosas, como, por ejemplo, la comida. En un acto tan simple como cocinar, dar un paseo, leer..., la vida vuelve a apresarnos con fuerzas.
ResponderEliminarMiles de besos llenos de energía, querida Laura (cómo me gusta ponerte rostro ya cuando a ti me dirijo, y voz, y toda esa luz que transmites).
Son solo momentos, Isabel. Hoy especialmente estoy pensando en vosotros, no en la niebla.
EliminarTodo mi cariño está en Murcia.
Y muy pronto ¡¡nos veremos !!, en la presentación de tus libros.
Tanto Ana Mesa como yo estamos ilusionadísimas.
Un fuerte abrazo incluyendo a Andrés.
Llevo yo también una temporadita en "parada invernal", como los árboles.
ResponderEliminarPor suerte, solamente me afecta al blog, que en lo demás, huerto incluído, me toca andar de siembras, plantaciones y podas.
Y reciclado de restos.
Un maravilloso no parar.
Después de hacer la recogida de las aceitunas, solo me acerco al huerto para recoger lo que me apetece cada día. Aquí hasta Marzo no se siembra nada, por las heladas. La poda de frutales ya está hecha y la de los olivos, ya sabes hasta la Pascua hay tiempo. Así que todo se enlentece, parece ir a cámara lenta.
EliminarY yo al ritmo que marca el tiempo.
Veo mucha comida sana ahí... ¡Buen provecho! :)
ResponderEliminarEs verdad que hay épocas así, pero lo mejor para ir saliendo de ellas es moverse, no hay otra. A veces la excusa perfecta es como la que cuentas, otra vez es un paseo, corto o largo, pero moverse a fin de cuentas...
Gracias Laura por hacer ese viaje hasta mi planeta, vuelve siempre que quieras :)
Un abrazo.
Qué hallazgo tan ocurrente. Tu planeta es original, divertido, comprometido, da gusto pasearse por un lugar tan luminoso y claro.
EliminarHay mucho arte en tu espacio sideral..., ya no me lo pierdo!
Gracias por tu visita.
Otro para ti
Que buena pinta tienen los productos de la huerta y el plato cocinado!
ResponderEliminarEnhorabuena por ese espléndido huerto Laura.
Todo guarda un equilibrio, hacemos agricultura biológica, en lo que podemos queremos hacer lo mejor para cuidar la tierra, es en agradecimiento a tantas cosas que nos regala cada día sin pedir nada a cambio. Y mira que coliflor, ¿no me digas qué no es un regalazo?.
EliminarGracias por tu visita.
Un abrazo.
A veces no es bueno saber tanto. Como todo se puede razonar, va a resultar que estamos alegres porque nuestro cuerpo así lo manda, o rebajados de ánimo porque nos faltan sales minerales. Y no. La fisiología está ahí, pero nosotros también y somos los capitanes del navío.
ResponderEliminarCon una coliflor como esa, incluidas hojas verdes (no tiro nada), y pimentón “picante”, nada de dulce, me he puesto a cien muchas veces en mi vida.
Tienes un huerto que dice mucho de ti. No dejes que la niebla del Serpis empape tus entretelas. Ya te mando por correo urgente un látigo de siete cuerdas para que te la sacudas.
Besos con una pizca de cayena.;=)
Míguel, si pongo pimentón picante mi estómago estalla y no digamos otras cosas...ja,ja,ja.
EliminarLa cayena está puesta con tu comentario, que me ha dado vidilla tu visita.
Puf... si vieras qué coles de bruselas, otras coles repolludas blancas, tengo diente de león, espinacas, zanahorias,nabos, chirivías y unas lechugas moradas, bueno, bueno, ¡qué el huerto me gusta mucho! y la rúcula ni te cuento.
Oyyyye a mi mimitos los que quieras, látigos y fustas ni una , ni media , ni na de na, ja,ja,ja...
Muchos besos
Hola Laura, entiendo muy bien lo que dices, hay veces que el cuerpo y la mente nos piden silenciosamente que descansemos tras un trajín , otras...simplemente nos dejamos llevar por esa especie de dejadez que en mi tierra se llama "mollo".
ResponderEliminarPrecioso huerto, que bien lo tienes
Besos
Después de la escapada de ayer con las compas antiguas del trabajo y del escarceo de hoy por Alicante, se ha
ResponderEliminardespejado la niebla.
Hay ritmos que nos mueven, a estas alturas de mi vida dejo que los ritmos se impongan.
He disfrutado mucho de estos dos días.
Gracias, por lo del huerto.
Un fuerte abrazo
Querida Laura. Segun mi marido, que es un entendido en esto, dice que tienes un huerto muy bien cuidado . y unas verduras muy apetecibles. A mi también me lo parece. Una buena terápia tener un huerto o un jardín. es muy aconsejable, y tu lo sabes bién, para cuendo aparecen estas neblinas, persistentes del invierno, que nos dejan sin ánimo y en huelga de brazos caìdos. Anímate y piensa que eres una mujer privilegiada,por poseer tanto bueno.
ResponderEliminarMis deseos de que la neblina abra sus brazos, para que puedas apreciar en todo su esplendor los rayos solares que se econden dertás de ellal
Muchas gracias Montserrat, tenéis razón, el huerto da mucha vida, verduras frescas y naturales, es un gusto.
ResponderEliminarPero no pasa nada que, de tanto en tanto, aparezcan estos estados de ánimo. No en vano participamos de la naturaleza y también ella tiene días de nieblas persistentes.
Saldrá el sol, no lo dudo, y saldré de mi letargo cual lagartijilla a impregnarme de su calor.
Muchos besos, con achuchones incluidos