Perdida

No se como empezar, después de dos semanas, estoy partiendo de cero.
Yo no tengo ordenador, estoy de prestado, el otro se rompió el día 29, ahora tenemos uno nuevo con no se que siete, solo veo que es de color blanco, muy bonito, pero para mi tiene muchos inconvenientes, no se donde están las fotos, ni las músicas, es decir que lo aprendido tengo que volver a aprenderlo otra vez.

Es como la vida misma, me he perdido muchas veces, ha sido necesario para poder encontrarme otras tantas; solo que cuando te reencuentras lo haces con el bagaje de lo aprendido, de la experiencia y la riqueza del paisaje que has descubierto, después nada es lo mismo, ni tampoco son iguales las cosas cotidianas que dejaste, todo cobra otra dimensión, otro valor.

¿Que he hecho en este tiempo?, pelearme, si otra vez. El abuso de autoridad es algo que me crispa, tanto que también me pierdo y me convierto en alguien que da miedo, incluso yo me asusto del coraje y lo enérgica que puedo ser si la ocasión lo requiere. Me explico, hay una familia marroquí, padre, madre, tres niñas y un niño, que se fueron a Marruecos para ver a su familia y pasar allí el Ramadán, dejamos las solicitudes de becas para las dos mayores, libros y transporte escolar solicitadas y entregadas. Al regresar, por otras causas, se han tenido que desplazar a vivir a otro pueblo tan solo a nueve kilómetros, pues bien las becas dicen que no sirven, lo dice el director del centro escolar, un señor socialista de carné al que yo consideraba "amigo solidario"; después buscamos quien nos prestara los libros, y nada que tampoco, tan solo nos ha servido el de inglés.
Total señores que la corrupción no para a grande o pequeña escala, de derecha o de izquierda que mas da, quien toca poder en lugar de ponerse al servicio del ciudadano lo esquilma. Ya hemos reclamado donde toca pero mientras tanto, a pagar y estas personas asustadas, perdidas, menos mal que entre nosotros nos encontramos con nuestros abrazos y besos.